viernes, 17 de agosto de 2012

OCHO REGALOS QUE ALEGRAN LA VIDA


OCHO REGALOS QUE ALEGRAN LA VIDA

De pronto nos encontramos atrapados en la carrera rutinaria de la existencia por sobrevivir en un mundo que cada día nos exige olvidarnos y alejarnos (de manera presencial) más de nosotros y nuestros seres queridos convirtiéndonos en seres alejados de la humanidad y abstraídos en el diario “deber hacer y tener” arrumbando el “ser que anhelo” en un cajón.

Aquí les comparto ocho regalos que, de practicarlos constantemente, pueden marcar la diferencia y hacer de nuestra vida un mundo más agradable y feliz para habitar.

Debo decir que yo pocas veces puedo cumplir con los ocho regalos de manera cotidiana, es muy complicado lograrlo, pero debo decir también que poco a poco mi lista se incrementa y que poco a poco me resulta más sencillo hacerlo con naturalidad.

Al principio me resultaba y pensaba que se notaban forzados, pero al cabo del tiempo algunos de ellos se ha vuelto parte de mi diario caminar.

Ojalá te animes a intentar poner alguno de ellos en práctica y disfrutar de las reacciones, del cambio en el entorno, de la diferencia que puedes hacer en las personas que te rodean y, sobre todo, de la diferencia que puedes marcar en tu propia existencia.

1.- Regala el placer de escuchar: Y me refiero a poner todos tus sentidos en la conversación, regalarle a tu interlocutor toda tu atención y realmente todo tu interés en lo que te está comentando. No se trata solamente de verlo a los ojos mientras tu mente vuela por los pendientes de la oficina y tu mirada de pronto se desvía a ver el reloj y rogar a todos los cielos por que termine “la tortura”. Escuchar es un acto de bondad, es un regalo de vida que muestra sinceramente lo importante que la otra persona te resulta y esa persona, tu interlocutor, lo notará, lo apreciará y te lo agradecerá por hacerla sentir importante para ti. 

2.- Regala cariño: El cariño no solamente se dice en un “Te Quiero”, el cariño es más sabroso cuando desde el corazón te nacen las ganas de llenar de abrazos, besos, caricias, palmadas en la espalda, apretones de mano, etc y las regalas a esas personas que rodean tu diario acontecer y que van por el mundo esperando poder compartir alguna muestra de afecto y cariño que tanta falta nos hace en este acelerado mundo. No seamos parcos con las muestras de cariño, pueden salvar una vida sin darnos cuenta. 

3.- Regala una sonrisa: No cabe duda que la cultura de la sonrisa ha cambiado radicalmente mi vida, he saboreado en carne propia los beneficios de la risa y he visto también grandes progresos en otras personas cuando su mundo se ve inundado de sonrisas. No cuesta nada, no exige ninguna capacidad física especial, regalar una sonrisa es regalar el corazón y compartirlo de manera solidaria para tratar hacer de un momento aciago y oasis que despeje el rumbo. Una sonrisa es un regalo que siempre tendrá una respuesta inmediata, como un eco y eso es magia deslumbrante. 

4.- Regala detalles en papel: Una nota en un post it, una carta postal, unas líneas en el espejo, en fin, la imaginación es el límite para dejar en cualquier lugar una nota, un detalle que “le haga el día” a la persona que lo reciba y es probable que ese detalle sea recordado toda la vida y pueda lograr que esa mañana, que ese día sea simplemente espectacular gracias a ti. 

5.- Regala un cumplido: Todos los días estamos rodeados de personas en la casa, en la oficina, en el transporte público y poco nos damos cuenta de eso, vamos como robots. Sería genial que nos detuviéramos un poco a decirle a alguien “Hoy te ves genial, ¿qué te hiciste en el cabello?”, “Tu corbata está fantástica, te queda muy bien”, “Todo salió excelente, muchas gracias” en fin, insisto, la imaginación es el límite, la única necesidad de estos comentarios es que sean sinceros y salidos del corazón. 

6.- Regala un favor: A veces vemos gente en problemas y no nos atrevemos a ofrecer ayuda, y me refiero a cualquier tipo de problema, desde el “absurdo” cambio de un foco fundido hasta lo más grave que se te pueda ocurrir. Ofrecer ayuda siempre es un gesto de grandeza, sea esta ayuda aceptada o no, eso ya dependerá de la otra persona, de su arrogancia o aparente autosuficiencia, pero no te desanimes, ofrecer una mano de suyo, ya te hace grande. Vigila atento el entorno siempre habrá alguien que necesite tu ayuda y te permita regalarle un favor. A veces, más atento debes estar, ni siquiera lo pedirán pero siempre será agradable poder ser aquel que, desinteresadamente, resuelva un problema con una sonrisa en la cara. 

7.- Regala soledad: No podemos ni debemos estar todo el día rodeados de gente, debemos aprender y respetar que los demás pueden necesitar tiempo para estar con ellos mismos. Debemos aprender y respetar que nosotros mismos podemos necesitar tiempo para conocernos, reflexionar, disfrutar, aprender o sencillamente para no hacer nada. Respetar esas solicitudes de soledad y saber pedir nuestros tiempos en un regalo que pocas veces entendemos. Este, en lo particular, me cuesta aún mucho trabajo. 

8.- Regala gratitud: Damos por sentado que los demás hacen cosas porque debe ser así y la verdad es que esas personas se van desgastando al paso del tiempo. Siempre seamos agradecidos con los demás, un detalle, un favor, una dedicatoria especial, una llamada, en fin, tengamos la disposición de agradecer todo aquello que los demás hacen directa o indirectamente para nosotros. La gratitud es una de las muestras más grandes de amor que podemos regalar. Ser agradecido es algo así como decir “gracias por hacerme sentir que te importo”. 

Al final, lo importante, es aprender cada día y disponerte a regalar tu corazón de manera sincera.

"Verás que la felicidad se expande, la sonrisa se vuelve pandémica y la vida se hace mejor."

Un abrazo
Gerardo González Guzmán
@DoktorVakero

Gerardo González es Administrador de Empresas, Médico de la Risa, Yogi de la Risa, Consultor de la Felicidad, Conferencista y Locutor.


jueves, 2 de agosto de 2012

DEFENDERÉ LA ALEGRÍA




DEFENDERÉ LA ALEGRíA
(Basado en un texto de Mario Benedetti)
Defenderé la alegría como una trinchera, como un espacio imbatible, como una fortaleza impenetrable donde no cabe el dolor como costumbre pero si aquel transitorio desafío que me hace crecer y seguir adelante.
Defenderé la alegría de la rutina y del escándalo. Siempre subido en la montaña rusa uno acaba por marearse e intentar llevarla a cabo sobre un tabique mal ubicado siempre acabará por hacerla caer. Nunca más un exceso, será mi alegría fuente de mesura y regocijo para mí como primer bastión y para aquellos que quieran compartirla como gran pasión.
Defenderé la alegría como un principio de vida, como un estilo de vida, como el único motor de la carcajada, la sonrisa y el bien estar. Estoy cierto que entonarán, los detractores, himnos de dulces infamias y serán generados graves diagnósticos de mi locura, pero será mi alegría (junto con el eco que logre provocar) el único discurso que quiera escuchar.
Defenderé mi alegría como un camino, como un destino, como una ruta, como la clave y la solución descifrada, como la certeza de que esta vida solo puede vivirse con alegría para no penar solo en sobrevivirla.
Defenderé mi alegría como el derecho que tengo, como ser humano, de disfrutar cada segundo, cada momento, cada día y todos los días.
Defenderé mi alegría más allá de mi pasado, de mi historia, de mi ayer, de mis encuentros y desencuentros, de las presencias y ausencias transitorias o definitivas será mi alegría el bastión que ilumine y guíe lo que me quede por disfrutar en este mundo.
Defenderé mi alegría como el estado que mejor me permite estar conmigo y la defenderé también como el estado que mejor me permita estar bien contigo.
"Verás que la felicidad se expande, la sonrisa se vuelve pandémica y la vida se hace mejor."

Un abrazo
Gerardo González Guzmán
@DoktorVakero
Gerardo González es Administrador de Empresas, Médico de la Risa, Yogi de la Risa, Consultor de la Felicidad, Conferencista y Locutor.